Daniel Suárez no se cansa de repetir que la paciencia paga muy bien. Paciencia, talento y mucho corazón. Tal vez nunca como hoy ese principio rindió frutos, casi inesperados, al ubicarse en el séptimo puesto en el óvalo de Fontana para sumar su segundo top-10 en forma consecutiva.
La quinta fecha de NASCAR Cup Series, denominada Auto Club 400, no parecía deparar nada bueno para el piloto mexicano, quien había terminado en un discreto decimosexto puesto en la primera etapa y en decimonoveno en la segunda.
De hecho, el regiomontano llegó a ser lapeado, por lo que necesitó de muchas agallas y una bandera amarilla hacia el final de la accidentada competencia, ganada por Kyle Larson, para regresar a la vuelta del líder y prepararse para un final temerario, pese a que estaba excluido de los primeros 20 puestos.
En esas últimas vueltas de las 200 pactadas al óvalo del California Speedway, Daniel contó con un auto mejor balanceado, gracias a unos últimos ajustes, por lo que en la rearrancada final pudo acometer con valentía para meterse a un nuevo top-10, el segundo en su campaña de novato en la máxima categoría de NASCAR, tras el logrado la semana anterior en Phoenix.
El equipo Joe Gibbs Racing se trasladará al óvalo de Martinsville para iniciar abril con la competencia STP 500 el próximo fin de semana.
Daniel Suárez (auto #19 Telcel-Toyota-Subway):
“La estrategia fue la clave y las dos últimas corridas con esos ajustes que hizo el equipo. Estuvimos batallando mucho durante toda la carrera, no me gustaba el coche, estaba en 19 y 18, pero me sentí mucho mejor con los ajustes, aunque seguíamos muy rezagados, necesitábamos mejorar y esos ajustes para tener mejor balance ayudaron, porque no teníamos mucha velocidad. La paciencia siempre es muy importante en este tipo de carreras tan largas, que no debes cometer errores. Estoy contento pero tenemos que seguir trabajando”.