El domingo comenzaba de la peor manera posible para McLaren y, más concretamente, para Carlos Sainz. Cuando faltaba media hora para el inicio de la carrera, el equipo informaba que el español no competiría debido a la rotura del escape de su MCL35, por lo que era imposible que estuviera presente hoy.
Una vez se apagaron los cinco semáforos rojos comenzaba la séptima carrera de la temporada. Los Mercedes de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas consiguieron mantener sus posiciones de partida intactas, aunque por detrás las batallas no tardaron en empezar. Daniel Ricciardo intentaba arrebatar la tercera plaza a Max Verstappen, Esteban Ocon lograba superar a Albon y, fuera del Top 10, hubo numerosos cambios de orden. Ambos Renault se colocaban entre los cinco primeros, por lo que tenía buena pinta. Charles Leclerc era el que más había remontado en estos compases iniciales donde había logrado entrar en la zona de puntos y situarse octavo; sin embargo, con el paso de las vueltas, todo lo que había ganado lo perdió rápidamente debido a la falta de velocidad punta. Uno de los que mejor jugó sus cartas había sido Pierre Gasly, como era el único con el Duro, fue escalando y suponiendo un gran problema a los equipos de la zona media, los Racing Point habían sido sus víctimas.
La vuelta 11 marcó el punto de inflexión
Después de que se completaran las primeras diez vueltas, las banderas amarillas empezaron a ondear en el sector 2. Lo primero que se había visto era dos coches estrellados y muchos restos en la curva 14, lo que provocó la inmediata salida a pista del Coche de Seguridad. Este importante percance estuvo protagonizado por Antonio Giovinazzi que había perdido el control de su C39 e impactó contra las protecciones, a causa de este violento golpe, una de sus ruedas salió despedida y se metió en la trazada. Por detrás, George Russell se había encontrado con este suceso de cara y al ver esa rueda suelta, intentó esquivarla, pero fue imposible salir airoso de ahí. El resultado había sido que la golpeó y su suspensión delantera había quedado destrozada, por lo que hubo dos coches detenidos en esa zona. El Safety Car había permanecido durante varios giros, mientras se quitaban el Williams y el Alfa Romeo más los restos que había en la trazada. Durante este periodo, la mayoría de pilotos había aprovechado para cambiar gomas y poner el Duro, aunque Gasly y Pérez continuaron.
Una vez se había relanzado la sesión, Gasly y Pérez presionaron a Verstappen para hacerse con su tercera posición, aunque había sido puntual. A medida que ambos fueron perdiendo ritmo por el desgaste de sus neumáticos, los de atrás empezaron a adelantarles en cuestión de pocas vueltas. A pesar de haber caído en la tabla, el haber alargado sus stint les había dado la vida porque estarían con gomas nuevas y el resto ya las tendrían desgastadas por lo que serían duros rivales a partir de la segunda mitad de la sesión. En cabeza, las cuatro primeras posiciones se mantenían sin variaciones, pero por detrás sí hubo numerosas batallas dentro del Top 10. Esteban Ocon y Lando Norris tenían fijado a Albon como presa y quería a toda costa su quinto puesto, aunque el Red Bull había tenido unas maniobras de defensa perfectas, el de Renault sí logró superarle en la última vuelta. No demasiado lejos, Gasly y su AT01 eran uno e iban superando a sus rivales sin ninguna compasión, no hubo nadie que le pudiese retener. Lo mismo había pasado con Pérez hasta que se encontró con su compañero y ahí se detuvo su progresión.
Después de 44 vueltas, Lewis Hamilton cruzaba la línea de meta en primera posición, un resultado merecido, ya que había cumplido el sábado y el domingo también. Los que completaron el podio fueron Valtteri Bottas y Max Verstappen, hubo momentos que estuvieron muy cerca, pero al final no hubo cambio de posiciones.