Golpe de efecto de Max Verstappen en el Mundial tras lograr el triunfo (y la vuelta rápida) en el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1. El neerlandés partía desde la 17ª plaza, y su rival directo desde la Pole, pero nada de eso le impidió avanzar en parrilla, realizando adelantamientos de todo tipo sobre el agua y con una superioridad aplastante. Ademas, se vio beneficiado por la bandera roja, lo que le puso en bandeja el escalón más alto del podio. El máximo responsable de Red Bull, Christian Horner, no duda en asegurar que la conducción de su pupilo en Interlagos fue propia de todo un campeón del mundo. Una designación que parece que volverá a repetir esta temporada, y es que la distancia entre el número '1' y Lando Norris es de 62 puntos.
Vuelve a brillar
"Para mí, ha sido un pilotaje de campeón del mundo. Ha destacado en un día complicado, en un día oscuro... y él ha brillado con luz propia y ha demostrado por qué es campeón del mundo. El equipo lo ha hecho bien, el coche ha funcionado y tenía un gran ritmo. En estas condiciones, el piloto es un gran factor. Tenemos un buen monoplaza, el sábado lo tuvimos, teníamos que puntuar, y meter un segundo por vuelta al final de la carrera es fantástico. Es increíble poder presenciar esto. Los otros tampoco son idiotas y la velocidad que ha tenido Max ha sido impresionante", señalaba tras la carrera a los medios trasladados hasta Interlagos.
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