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Lewis Hamilton impone su dominio en el Gran Premio de Brasil, esta vez no tuvo rival a la altura


El domingo llegó en nuestros calendarios, la fecha elegida para celebrar la carrera del Gran Premio de Brasil había llegado después de una larga espera. Aunque, a decir verdad, bastante acción tuvimos desde el mismísimo viernes del evento, pues al ser formato renovado pudimos disfrutar de la primera de las clasificaciones la misma tarde del viernes. Sin embargo, finalizada la clasificación la acción pasó a donde menos nos gusta a los amantes de la competición, a los despachos, y eso no acabó el viernes, pues avanzó a sábado y no se solventó con brevedad.


La sesión de Libres se completó sin noticias y prácticamente estábamos ya empezando a prepararnos para ver la carrera al sprint cuando nos cayó el jarro de agua fría. Lewis Hamilton fue descalificado de la clasificación por las irregularidades de su ala trasera, aunque la FIA aseguró que no había intencionalidad por parte de Mercedes ni ganancias en pista derivadas de tal asunto. Pese a ello el británico perdió su primera plaza y partiría último en el Sprint. Por su parte, Verstappen solo se vio castigado económicamente por tocar el monoplaza de su rival. Que cada cual juzgue a su libre parecer, pero la sensación tras conocer la noticia era generalizada, el mundial había terminado en los despachos.


Pero 2021 tiene algo especial, tiene dos pilotazos disputándose el título que no dan nada por perdido. Lejos de venirse abajo, Hamilton empezó el mismo sábado su escalada hacia la cima.

Podría pensarse que tenía todo perdido, pero arriesgó lo necesario para mejorar sus opciones el domingo. Pues como sabemos, Lewis debía afrontar la primera de las sanciones recibidas, 5 puestos por sustituir la caja de combustión. Todo eso nos dejaba a Bottas en la pole, Max segundo y Hamilton décimo.


La salida, las incidencias y el camino hacia las paradas


Contra todo pronóstico y de nuevo, rompiendo apuestas, Valtteri Bottas se había hecho con la pole, pero ahora tocaba defenderla. Y eso ya no pudo ser, el león neerlandés sacó su zarpa a relucir en la bajada y Bottas no replicó, se arrinconó como un gatito indefenso y los de Red Bull no tuvieron piedad, cuatro curvas fueron suficientes para dejar atrás al poleman. Tras los hombres de cabeza llegaba la guerra campal de los pilotos del pelotón, afrontando curvas en batería y tratando de superarse, con varios por fuera en la cuatro. En medio de toda esa pelea por buscar un hueco se encontraba Lewis Hamilton, intentando avanzar, pero también mantenerse a salvo, pues su máximo rival ya estaba primero.


Repasando lo sucedido en los primeros metros, vimos que Lando Norris trató de dar caza al Ferrari de Sainz en la frenada de la curva uno, el madrileño quedó en un sándwich entre Pérez y Norris. La rueda delantera derecha del 55 se tocó con la trasera izquierda del 4, no fue a más el lance, pero tampoco sería gratuito. Tres vueltas transcurrieron y Hamilton era sexto, solo le quedaba superar a los Ferrari para estar tras su compañero y persiguiendo a sus rivales. Aunque él tenía la primera posición el viernes y no daba la sensación de que fuera a conformarse con algo que no fuera la victoria, o al menos haberlo intentado.

El Sir británico no iba a tardar mucho en intentarlo y al final de la recta principal superaba a Sainz en el inicio de la tercera vuelta. Una vuelta después y en la bajada tras la primera curva, Yuki Tsunoda se lanzó para superar a Stroll y el canadiense tapó el hueco, la acción llegó a tal punto que ambos se tocaron. El más perjudicado fue el japonés, pues su coche quedó dañado, necesitando una parada en boxes para sustituir su ala delantera, y, además, fue sancionado con 10 segundos. Tras el toque entre el Alpha Tauri y el Aston Martin fue necesaria la aparición del coche de seguridad para poder recoger los restos de los monoplazas. Ese periodo pasó rápido y tras ello las batallas se reactivaron. Aunque justo antes de que empezara el caos del Safety Car, Hamilton ya era tercero, Bottas le abrió paso y Lewis le dio las gracias. En ese momento 5 eran los segundos que le separaban de los Red Bull, pero tras el SC estaban a su altura.

Tras el reinicio no tardó en aparecer el VSC, los protagonistas fueron Kimi Räikkönen y Mick Schumacher, el lugar fue el mismo, la salida de la uno, pero el Haas fue el más perjudicado en este lance. Cuando todo volvió a estar en calma sobre el asfalto brasileño y los monoplazas volvieron a competir con normalidad, llegó el ataque de Hamilton a Sergio Pérez, el 44 se lanzó sobre el 11 en la curva 1 y completó magistralmente el adelantamiento, pero Checo se guardó el derecho a réplica y se pegó al alerón trasero de Hamilton en la salida de la 3 y en la recta adelantó al W12 de Lewis antes de encarar la curva 4. En la siguiente vuelta Hamilton volvió a hacer lo mismo a la llegada a la curva 1, pero en esta ocasión había aprendido la lección y no permitió la réplica al mexicano.


Nuevo Virtual Safety Car, más paradas y la batalla entre los aspirantes a la corona


En la vuelta 31 veíamos salir disparado un fragmento de fibra de carbono del coche Lance Stroll, parecía que había reventado su neumático, pero no, debió ser algo que quedó tocado tras el toque con Yuki Tsunoda anteriormente. Aprovechando el periodo de Virtual vimos a Bottas completar una nueva parada, hasta ese momento estaba líder, pues los demás ya habían parado y él pudo beneficiarse de ese momento.

Cuando Max Verstappen cruzó la línea de meta para iniciar la vuelta 48 veíamos a Hamilton totalmente encima del Red Bull del piloto neerlandés, a 0.2 de diferencia. Las trazadas eran muy diferentes y el ritmo del británico parecía endemoniado y frenado tras su rival. La pequeña recta que enlaza la curva tres con la cuatro, fue el lugar elegido por el siete veces campeón del mundo para ejecutar su adelantamiento sobre su máximo rival. Parecía ya superado, pero en la frenada de la curva 4 fue Max quien alargó de más la frenada y cortó el paso a Hamilton. Como si no tuviera intención de trazar el giro respetando el sitio de su rival en el rueda a rueda, algo que ya hemos visto muchas veces entre ambos por parte de uno y del otro, pero que no siempre acabó bien. Los dos acabaron empelando el exterior de la pista, pero fue Verstappen el que retuvo a primera posición.


La bola pasó al tejado de Masi, pero sin ayuda de nadie decidió tomar la decisión de que no debía emprenderse ninguna acción tras lo sucedido entre Max y Lewis. Las ironías se habían disparado de una radio a otra y el ambiente estaba más que caldeado, aunque el que más podía perder en la batalla por el título estaba segundo y quería ganar. La resolución tardó en salir, fue en la vuelta 54, de nuevo la bola pasaba al tejado de los pilotos. Así se lo indicaban a Hamilton desde el muro y este volvió a apretar su Mercedes para dar caza al 33. Vuelta 58, mismo punto del trazado, Lewis se colocó a la estela del Red Bull y este comenzó a zigzaguear como en un pilla pilla. Llegados a la frenada de la cuatro Max seguía primero gracias a su movimiento y en esta ocasión Hamilton no quiso volver a asumir el riesgo de verse fuera.

En la 59 volvió a intentarlo en el mismo lugar, se mostró ferozmente en la primera curva y no se despegó casi nada en la bajada, salió prácticamente encima de la curva 3 y lanzó su ataque de nuevo por fuera dado el movimiento de Max hacia el interior. En la frenada de la 4 ya estaba totalmente delante y nada pudo hacer Verstappen, con paciencia, astucia y más potencia y en esta ocasión era Hamilton el que afrontaba la curva cuatro como líder de la carrera. Las gradas rugían tras la maniobra y el británico comenzaba su galopada hacia una nueva victoria, pues el Red Bull no tenía más y era Verstappen quien en esta ocasión debía contentarse y minimizar daños con una segunda posición.


Tras eso no hubo mucho más, las posiciones estaban casi consolidadas, aunque por detrás seguía progresando Pierre Gasly. El galo es el espíritu de Alpha Tauri y sacó el orgullo para superar a los Alpine y seguir sumando en la pelea por la quinta plaza.


Regreso a la victoria, volvió a sonreír


El viernes todo parecía feliz para los de Mercedes, pero la descalificación llevó al equipo al fondo de la parrilla con su piloto estrella. Hamilton se vio en la vigésima posición y con otra penalización de cinco puestos para el domingo. Pero Mercedes decidió batirse en pista y no llorar en los despachos de Brasil, nadie podía imaginar que en la vuelta 71 de Brasil iba a ser Hamilton el que campara cómodo y feliz hacia una nueva victoria en casa de su gran ídolo y leyenda del deporte. Con más de 10 segundos de ventaja, Hamilton cruzó la línea de meta primero, había conseguido lo que parecía imposible, al menos la posibilidad de soñar con su octavo título se alargaba un poco más.


El británico portó la bandera brasileña en su monoplaza para la vuelta de honor. Brasil es un circuito que en sus años de historia ha dado alegrías y disgustos a partes iguales, porque cuando uno gana otro tiene que perder y Hamilton probó ambas sensaciones en un mismo fin de semana. Pero esta solo ha sido una batalla más en esta preciosa temporada, en está sonrió Lewis, pero veremos en la siguiente.

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