La carrera del Gran Premio de México se plantaba en nuestros horizontes más cercanos, para los europeos se hace extraño esto de esperar a casi la noche del domingo para ver la carrera de Fórmula 1. Sin embargo, visto el final de la Q3 en la clasificación parecía que merecería la pena la larga espera. Alcanzadas las 20:00, hora peninsular, tocaba conectar las pantallas y echar el ancla al sofá para disputar de una de las últimas carreras del año, en la que parecía que Mercedes tenía todo a su favor.
Aunque cuando los semáforos se apagaron en el Circuito Hermanos Rodríguez nos dimos cuenta de que aquello había sido tan solo un simple espejismo. La emoción nos duró un par de curvas, pues Max Verstappen pegó su zarpazo en la salida y tras eso cualquier mínima esperanza de batalla entre los contendientes al título era tan solo una ilusión. La cita acabó con Red Bull festejando como si hubieran ganado ya alguno de los títulos y con muchas sonrisas en sus rostros. Todo lo contrario que la imagen de Mercedes y Hamilton, la alegría siempre va por barrios y en la Fórmula 1 esto no es diferente.
La salida del GP de México y el camino hacia las paradas
La vuelta de formación transcurrió con normalidad, pero una vez los semáforos se apagaron llegó la sorpresa. Bottas partía desde la pole, pero en lugar de cobijar su primera posición o allanar el camino a su compañero, que batalla por el mundial, prestó a Max Verstappen un rebufo de oro. Obviamente, el 33 no lo desperdició y siguió la estela de Bottas para alargar su frenada de forma brillante en la primera curva y quitarse del medio a los dos Mercedes. La pelea por la victoria terminó en ese mismo momento, pues Hamilton y su Mercedes no encontraron nada de ritmo que posibilitara soñar con atacar, más bien el cuento cambió de forma radical para él.
Con la primera posición blindada por Verstappen y su astucia, Hamilton se agenció la segunda plaza y Bottas quedó varado y en sentido contrario rezando para no ser golpeado por el pelotón. El que lo tocó fue Ricciardo que perdió su ala delantera en ese mismo lance. Esa acción provocó muchos contratiempos, mismamente Pérez se fue por la hierba y regresó a pista sin pasar por el recorrido marcado. Y es que dirección de carrera había anulado la norma para la primera vuelta, cosas de Masi y su séquito, una más para la lista de incongruencias de la temporada 2021. Pero había más damnificados porque esa curva pasó a ser un embudo bastante colapsado y con monoplazas entrando en batería sin poder cambiar de dirección.
El Safety Car entraba en acción y empezábamos a ver los daños reales de lo sucedido, Yuki Tsunoda se bajaba de su monoplaza en el mismo lugar del incidente, Mick Schumacher corría la misma suerte unos metros después. Un sándwich de estos dos a Esteban les propulsó por los aires y nada pudo hacer el galo por evitar el contacto con ninguno. El Safety Car se marchaba tras cuatro vueltas, pero el reinicio no cambió nada en la parte delantera. Veíamos luchas en la parte trasera y algunos empezaban a parar para reparar daños o cambiar estrategias derivadas del suceso. Aunque desde esas primeras vueltas hasta el momento en que empezaron a parar los de arriba todo se volvió monótono y muy diferente a lo que esperábamos. Y eso que la ventana de paradas era bastante amplia aquí.
Las paradas de los líderes
Sergio Pérez comenzó a recortar distancias a Hamilton y el mexicano amenazaba con usurparle la segunda posición, parecía que el 11 tenía más ritmo que el 44, o que al menos estaba sufriendo menos para salvaguardar sus neumáticos. Ya aprendieron la lección en la anterior carrera los de Mercedes y se anticiparon con la parada de Lewis en la vuelta 30, por lo que Pérez optó por alargar su stint. Max paró en la 34, pero en esta ocasión él solo luchaba consigo mismo. Checo hizo lo propio en la 41. Si en Austin Hamilton fue el perseguidor, aquí pasó a ser perseguido, pero por Pérez y con el riesgo de perder la segunda posición. Aunque lo que acabamos viendo fue un calco de la vez anterior.
Recta final, paseo hacia la bandera a cuadros
Las vueltas finales iban cayendo y Hamilton no podía hacer nada por acercarse a Verstappen, eso era ya una batalla perdida para él, su única labor era mantener lejos a Pérez y aguantar con su juego de neumáticos, bastante más viejo que el del mexicano. Las gradas del circuito arropaban a su piloto, pero ni el impulso extra, ni el potencial de su coche hicieron que la oportunidad llegara. Alcanzó a Hamilton y la oportunidad de abrir DRS, pero no pudo más que mostrarse en los retrovisores del 44, no hubo lugar para ataque real. Hamilton se guardó lo justo para aferrarse a esa segunda posición y el circuito y sus características tampoco propiciaban el adelantamiento. Ya vimos lo que le costó a Bottas con Ricciardo y no lo logró tampoco.
El caos llegó para Mercedes con una de las tantas paradas de su piloto finlandés, pues no hizo poco y cuando justo podía superar a Ricciardo en estrategia el equipo erró en la parada. La rueda delantera izquierda no salió bien y fue el golpe final para el 77. Con todo perdido, lo único que podía hacer Valtteri era parar de nuevo para poner blandos y arrebatarle la vuelta rápida a Verstappen, no sumaría el punto, pero tampoco lo harían ni Max ni Red Bull. Pero Mercedes sacó a Valtteri justo por detrás de Verstappen y el león hizo todo lo que estaba en su mano para que Bottas no hiciera su vuelta rápida. Max cometió un error en el estadio y luego batalló no dejando desdoblarse al 77.
Además, Verstappen alegó por radio que Bottas le estaba molestando, cuando su carrera estaba más que resuelta a falta de escasas vueltas y fue él mismo quien perdió unos cinco segundos en el estadio. Con ese intento perdido, Bottas paró de nuevo para montar un juego nuevo y calculó el momento justo para sacarle a pista sin que nadie le impidiera hacer su vuelta. Era justo en la última vuelta, un solo intento tras lo sucedido, pero el 77 cumplió y les quitó el punto extra a sus rivales, quizá ahora no sirva de mucho, pero veremos cuando todo llegue a su final.
Tras la primera vuelta de la carrera todo se convirtió en un paseo para Max Verstappen, el 33 sumó una nueva victoria a su palmares y lo hizo sin despeinarse, con todo bajo control. Al más puro estilo Mercedes en los últimos años, es obvio que han llegado a este triplete un paso por delante de sus rivales y eso se está plasmando sobre el asfalto.
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