En el primer Gran Premio de Emilia Romagna desde 2006, Hamilton volvió a subirse a lo más alto del podio para colocarse más cerca de su séptimo título en la categoría. Lo hizo en una carrera con poco picante y pocos adelantamientos y en la que, con el primer puesto del inglés y el segundo de Bottas, Mercedes ha conseguido conquistar otra vez el Mundial de Constructores. Ya van siete, más que cualquier otra escudería en la historia de la Fórmula 1. A la fiesta de Mercedes se sumó Daniel Ricciardo con un tercer puesto patrocinado por el abandono de Verstappen en el tramo final de la prueba.
Que iba a ser una carrera con poca acción ya lo avanzaba ayer tras la clasificación Lewis Hamilton. El británico se mostró preocupado ante la prensa por el hecho de que los aficionados no fuesen a disfrutar de una prueba emocionante y acertó con su pronóstico porque adelantamientos en Imola hubo los justos. Sí hubo emoción tras apagarse los semáforos, no obstante. Una mala salida de Hamilton supuso que no pudiese arrebatar el liderato a Bottas y que tanto Verstappen como Gasly amenazaran seriamente al inglés por detrás. Verstappen se alzó como ganador de la batalla colocándose segundo y dejando a Hamilton tercero. Más atrás, Albon perdió una posición en detrimento de Leclerc y Giovinazzi, valiente, ganó nada más y nada menos que seis lugares.
Pocas vueltas hicieron falta para que, otra vez, los dos Mercedes y el Red Bull de Verstappen demostraran que compiten en otra categoría. Los tres pilotos, que a diferencia de sus inmediatos perseguidores rodaban con neumáticos medios, abrieron una amplia brecha con un resto de la parrilla incapaz de seguir el ritmo de la cabeza. En esa zona media, Carlos Sainz protagonizó uno de los primeros adelantamientos de la tarde, arrebatándole la posición a Norris con una maniobra exquisita. Hoy, el español (séptimo) tuvo más y mejor ritmo que el inglés (octavo).
A un buen ritmo estaba rodando también Pierre Gasly, que después de haber conseguido ayer su mejor resultado en clasificación (4º) y de haber empezado bien la carrera, fue avisado por su equipo en la vuelta 8 de que tenía que retirarse de la carrera por un potencial "problema terminal" en el motor. Mejor suerte corrió Dani Kvyat, que sin hacer mucho ruido, salvo por un toque con Albon, acabó hoy en una meritoria (para él y para Alpha Tauri) cuarta posición.
En la estrategia en boxes, Hamilton salió vencedor
El que hasta entonces había sido la principal amenaza de Gasly por detrás, Charles Leclerc, fue el que abrió la vereda de las paradas en boxes, dando pistas a los demás equipos rivales de cuál podía ser la estrategia a seguir. Al monegasco le montó Ferrari los compuestos más duros con la intención de ir hasta el final de la carrera. Misma táctica utiizaron en Renault con Ocon, que también salió de la parada en boxes más larga del año (27 de segundos de media) con neumáticos duros. En Mercedes y en Red Bull copiaron la estrategia. Con una diferencia, sin embargo, porque, tras parar a Bottas, a Hamilton le comunicaron por radio de que podía y tenía que quedarse en pista el menos durante 10 vueltas más.
La jugada no le pudo salir mejor a Hamilton, que en esos giros de más pudo aumentar la distancia lo suficiente como para parar y salir de boxes liderando la carrera: un undercut de manual, vamos. Un Coche de Seguridad Virtual justo en el momento en el que el británico estaba entrando en boxes supuso no solo que el actual líder del Mundial saliese primero, sino que lo hiciese con una amplia diferencia (unos diez segundos) con respecto a Bottas y Verstappen, que marchaban segundo y tercero, respectivamente.
Ese orden se iba alterar después de que a Bottas le dijeran por radio que su coche sufría daños en la parte baja desde la vuelta 2 y después de que el finlandés cometiese un error que puso en bandeja a Verstappen la segunda posición. No desaprovechó la oportunidad el neerlandés, que sobrepasó al de Mercedes en la primera curva después de una recta principal en la que hizo uso del DRS.
Ese adelantamiento de Verstappen a Bottas ocurrió en la vuelta 43. Poco antes, Vettel había visto cómo la desgracia se cebaba otra vez con su persona. Después de rodar 40 vueltas con los mismos neumáticos, el alemán entró a boxes para cambiar esos ya desgastados compuestos y se encontró con un equipo que alargó la parada 10 segundos más de los en principio estipulados. Otro desastre más para Ferrari y para el tetracampeón del mundo, que tiene que tener unas ganas inmensas de que acabe la presente temporada. Leclerc, que sigue en otra liga con respecto a Vettel, confirmó la mejoría en el coche para acabar quinto.
Abandono de Verstappen y Coche de Seguridad
Cuando a falta de 12 vueltas para el final ya parecía que todas las cartas estaban encima de la mesa y que la prueba iba a experimentar pocos cambios, la debacle llegó al paddock de Red Bull. El neumático trasero de Verstappen derecho dijo basta tras 32 vueltas y propició que el piloto, que marchaba confortablemente segundo, tuviese que abandonar la carrera y marcharse a casa sin sumar un solo punto hoy. El incidente tuvo como consecuencia que dirección de carrera decidiera sacar a pasear al Coche de Seguridad.
En ese tramo de pausa mientras los comisarios retiraban el bólido de Verstappen, George Russell, que precisamente por ese Coche de Seguridad hubiese podido hoy sumar puntos, cometió un error incomprensible y se fue contra el muro. "No sé qué decir", dijo el inglés por radio a su equipo. Momentos más tarde, cuando el Coche de Seguridad daba por concluidas sus funciones y por comenzadas las hostilidades entre los pilotos, Pérez se la jugó adelantando a Albon con una maniobra espectacular que confundió al tailandés. Confundido, el de Red Bull cometió un error que, otra vez, le dejó fuera de los puntos. Pérez, por su parte, volvió a sumar y pasó la bandera a cuadros en la sexta posición.
En los puntos también acabaron hoy Raikkönen, el único de todos los pilotos de la parrilla que había corrido en Imola antes, y Giovinazzi. Gran resultado para Alfa Romeo, que repetirá alineación el año que viene. No será hasta ese año cuando Verstappen pueda volver a pensar en luchar por el campeonato. Con el resultado de hoy, es ya matemáticamente imposible que el Mundial de Pilotos no lo gane un Mercedes. Después de otra victoria de Hamilton, hay pocas dudas con respecto a cuál de esos dos Mercedes va a resultar campéon. De momento, en la escudería ya pueden celebrar que son campeones del Mundal de Constructores por séptima vez consecutiva, todo un hito en la categoría.
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